Cirugía de brazos: braquioplastia

El lifting de brazos, técnicamente conocido como braquioplastia, consiste en la eliminación del exceso de piel y grasa de la cara interna de los brazos. El objetivo de esta técnica quirúrgica es mejorar la tonicidad de los brazos que se ha perdido por adelgazamiento o, simplemente, por el paso de los años de los brazos. Permite remodelar el aspecto de los brazos para obtener mayor firmeza y es necesario destacar que no se trata de una cirugía indicada para disminuir el volumen de los brazos, sino para eliminar el tejido dermograso flácido, mejorando la textura de la piel y la tonicidad.

En la primera consulta se valorará minuciosamente el tamaño del tejido sobrante, su consistencia y la calidad de la piel, ya que la braquioplastia no es una técnica que resuelva un exceso de grasa o consiga una remodelación adecuada cuando el problema tiene su origen en el sobrepeso/obesidad.

Como la mayoría de las intervenciones de cirugía plástica estética, este procedimiento puede ser llevado a cabo en cualquier período del año, aunque es preferible evitar el verano. El calor no favorece un posoperatorio cómodo y no se podrá tomar el sol hasta pasadas 4-5 semanas desde la operación.

Antes de la cirugía
Las recomendaciones previas a un lifting de brazos son similares a las de cualquier otro tipo de intervención.

Existen condiciones del estado de salud general del paciente por las que puede desaconsejarse la realización de intervenciones quirúrgicas que no sean urgentes o extremadamente necesarias (por ejemplo: cardiopatias o patología respiratoria grave).

Asimismo, se deben tener en cuenta algunas medidas preventivas antes de cualquier cirugía. Entre ellas:
-Evitar el uso de fármacos que contengan ácido acetilsalicílico (ej. Alka Seltzer, Aspirina, Adiro, etc.).
-Dejar de fumar o reducir al mínimo el consumo al menos dos semanas antes y después de la cirugía.
-El día previo a la cirugía, eliminar esmalte de uñas de manos y pies.
-El día de la operación se debe estar en ayunas desde la noche anterior, no maquillarse y no llevar puestos objetos metálicos (ej.pendientes, piercing, anillos, etc.).

Lifting de brazos: cómo se hace, anestesia y duración
La técnica utilizada con mayor frecuencia para realizar un lifting de brazos implica la presencia de incisiones a nivel del pliegue axilar y en la cara interna del brazo. Estas incisiones pueden variar según el área a tratar y el grado de corrección deseado y posible acordado entre el paciente y el cirujano.cicatrizbraquioplastia

En el momento previo a pasar al quirófano, el cirujano realiza el dibujo de la zona a intervenir, marcando el tejido a eliminar.

Este tipo de intervención puede realizarse en anestesia local con sedación o bajo anestesia general, en función de la dimensión de los tejidos. Lo más frecuente es emplear anestesia general, puesto que normalmente la porción de tejido que hay que eliminar suele ser amplia.

La duración de la cirugía varía entre 1,5 y 3 horas, según la amplitud de la zona a tratar y el tipo de anestesia

Después de la cirugía: condición física y posoperatorio
En los días previos a la cirugía y durante los 5-7 días posteriores, el paciente deberá tomar antibiótico para disminuir el riesgo de complicaciones por infección. Asimismo, se pautarán antiinflamatorios para que el posoperatorio resulte más confortable.

Al finalizar la braquioplastia, el cirujano colocará un vendaje compresivo o banda elástica cuya acción de presión reducirá la formación del edema posoperatorio (hinchazón) y favorecerá la remodelación de los tejidos.

Esta banda elástica o faja se utilizará día y noche durante las siguientes 6 semanas, para reducir la retención de líquidos y favorecer la cicatrización de los tejidos.

Durante los siguientes días a la intervención el paciente podrá hacer vida normal, evitando la realización de esfuerzos y movimientos bruscos con los brazos. Asimismo, no se podrá conducir vehículos ni dormir en posiciones que presionen los brazos.

Para retomar actividades cotidianas que impliquen esfuerzo para la musculatura de los brazos y actividades deportivas se deberá esperar 6 semanas

Posibles complicaciones
Como toda intervención quirúrgica, la realización de un lifting de brazos no está exenta de complicaciones. Entre las más frecuentes destacan:

-Dehiscencia de la cicatriz: puede suceder en las primeras semanas siguientes a la cirugía y consiste en la apertura de la cicatriz, generalmente siguiendo la línea de incisión. Las causas pueden ser la realización de movimientos inadecuados, la tensión de los tejidos o el desprendimiento de alguna sutura. Esta complicación implica un mayor tiempo de cura de las heridas y, por tanto, una cicatrización tardía, pero no suele dejar secuelas Solo en cados graves es necesario reintervenir.

-Necrosis cutánea: es una complicación muy frecuente en personas fumadoras, por ello se aconseja dejar el tabaco semanas antes de la cirugía y hasta la completa cicatrización de los tejidos. También puede ocurrir en personas no fumadoras. Esta complicación supone un aumento del tiempo de cierre y cicatrización.

-Sensibilidad cutánea alterada: puede haber una sensibilidad disminuida o aumentada en la zona intervenida. Es una complicación rara que remite de forma espontánea en pocos meses.

-Asimetría entre ambos brazos: siempre habrá diferencias entre un brazo y otro porque la simetría absoluta no existe. Esta asimetría puede ser más notoria debido a un proceso de cicatrización inadecuado. Para corregirla es necesario retocar la cicatriz y no siempre existe garantía de mejora de la simetría.

-Hematoma: un aumento de la tensión arterial durante el posoperatorio inmediato puede suponer que los vasos sanguíneos de la zona intervenida vuelvan a sangrar. Esto puede observarse con un aumento del contenido de los drenajes y se resuelve con presión externa. Ocasionalmente puede ser necesario reintervenir para cauterizar los vasos.

-Cicatrices anómalas: de forma imprevisible, en algunos casos la cicatrización no es la esperada y se presentan cicatrices queloides (de aspecto violáceo, engrosada y con relieve). Asimismo, también puede suceder una cicatrización anómala que presente hendiduras, rigidez, tirantez y/o retracción. Todos estos procesos de cicatrización anómala requieren revisión medico-quirúrgica y seguimiento. En algunos casos se mejora notablemente y en otros no es posible resolver la complicación.

-Infección: se presenta en el 1-2% de los casos y requiere replantear la terapia antibiótica y mayor seguimiento posoperatorio.

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