La liposucción es un motivo de consulta frecuente, pero muchos de los casos que llegan no son los adecuados para este proceso. Se tiene la falsa creencia de que una liposucción es una intervención para adelgazar, pero no: la liposucción no adelgaza.
Este procedimiento permite eliminar mediante aspiración los cúmulos de grasa, localizados o más extensos, mejorando la armonía corporal o facial. Pero no permite eliminar un sobrepeso notorio, para ello lo único que se puede hacer es llevar una correcta alimentación y actividad física regular.
Cuando el paciente es candidato a la liposucción, la siguiente pregunta que realiza es: ¿volverán a aparecer los cúmulos de grasa localizada tras su eliminación con liposucción?
Y la respuesta es una de cal y otra de arena: No se repetirán los cúmulos localizados pero, si se descuidan los hábitos alimentarios, se engordará.
En un adulto, el número de células adiposas es fijo, por tanto, la aspiración de estas células es definitiva y las células adiposas que quedan no se dividen para reemplazar a las eliminadas mediante liposucción.
Este hecho no debe inducir a pensar que tras una liposucción se puede descuidar la dieta y no se volverá a engordar. Si se cometen excesos alimentarios se aumentará de peso y se engordará, puesto que la células adiposas remanentes no se dividen pero sí se expanden sin límite de dimensión. Por tanto, la grasa se distribuirá de forma uniforme sobre la superficie del cuerpo, no dando lugar a los cúmulos grasos resistentes localizados previos a la liposucción.
Si quieres saber más sobre en qué consiste este procedimiento, consulta el siguiente enlace: Liposucción