Ginecomastia

La ginecomastia se define como un aumento anómalo del volumen de las mamas del hombre. Se trata de una alteración inocua en cuanto a la salud física pero que afecta a la autoestima y ocasiona conflictos emocionales y de inseguridad personal. En general, entre los 12 y los 18 años se puede presentar una fase de ginecomastia puberal, que en mas del 90% de los casos se resuelve espontáneamente al finalizar esta etapa. Si a los 17 o 18 años la ginecomastia aún persiste, se recomienda corrección quirúrgica.

No se conoce la causa exacta por la cual se produce la ginecomastia, pero sí existen factores que favorecen su aparición, como los desequilibrios hormonales y una alta sensibilidad del tejido mamario a los estímulos hormonales. Asimismo, terapias con estrógenos o andrógenos pueden inducir el desarrollo de ginecomastia.

En este senrido, son numerosas las sustancias farmacológicas que potencialmente pueden dar lugar a ginecomastia. Entre las más habituales podemos destacar el diazepam y los esteroides anabolizantes que se emplean para el aumento de masa muscular.

Corrección quirúrgica de ginecomastia

La intervención quirúrgica para corregir la ginecomastia puede realizarse en anestesia general o en anestesia local con sedación, según el grado de afección y la técnica.
Cuando el aumento de volumen se compone fundamentalmente de tejido adiposo (pseudoginecomastia), la corrección se realiza mediante lipoaspiración: se succiona el tejido graso con una cánula conectada a una maquinaria de aspiración.
Si la composición del tejido aumentado es glandular no es posible llevar a cabo una liposucción, por lo que resulta necesario extraer el tejido sobrante realizando una incisión que bordea la parque inferior de la areola.
En algunos casos, si la mama ha experimentado un aumento de volumen importante, podría requerir eliminar el exceso de piel, lo que implicaría un mayor número de incisiones.

Después de la cirugía

Al finalizar la intervención, se coloca una banda compresiva que el paciente deberá mantener día y noche durante 4-6 semanas.

En los casos en que se extraiga parte o la totalidad de la glándula mamaria, el paciente llevará ademas unos drenajes para evitar la acumulación interna de líquido y sangre. Los drenajes se retiran a las 24 horas de la intervención o cuando la cantidad drenada sea escasa o nula.

Antes de somerterse a la operación se suministrará una pauta de antibiótico que el paciente deberá continuar durante la primer semana del posoperatorio. Asimismo, se recetará antiinflamatorios para que la recuperación sea más confortable.

Es normal que en los primeros 7-10 días se presente inflamación, que poco a poco se irá reduciendo. En ocasiones, el edema puede persistir durante algunas semanas.
Según la técnica empleada, será necesario retirar los puntos de sutura externos pasados 10 días.

En cuanto a la actividad física, se recomienda no utilizar los músculos pectorales, por tanto, evitar realizar apoyos y esfuerzos con los brazos. Para realizar actividad física que requiera la musculatura del pecho y los brazos será necesario esperar 6 semanas. Asimismo, se recomienda no conducir vehículos durante dos semanas tras la intervención.

Tras 3 semanas, aproximadamente, el paciente podrá volver al trabajo, tener relaciones sexuales, realizar actividad física suave y viajar.